Encontré las criaturas más simples en lo profundo del océano,
Encontré su belleza, su naturaleza perfecta, su magnificencia.
Me hablaron del azul celeste, del amarillo lujoso de la pradera al despuntar el sol,
De un loco rojo que teñía las colinas al atardecer,
Del innombrable color con que las estrellas irrumpían el universo.
Inundaron mi blanco y negro con su gracia cuando por fin me detuve a escucharlos.
Y aprendí a encontrar en lo más simple las respuestas a lo más profundo.